.-Artículo interesante de cuando y como se hacia carbón en Boos. ( aportado por Asunción )  05/03/04

Esta historia la quiero dedicar a dos mujeres: Miner y Sara. A Sara por ser protagonista de una parte de ella y habérmela contado en primera persona. Y a Miner, mi madre, porque el destino quiso que su enfermedad y mi desempleo nos permitiesen que ella me descubriera aquellos lugares y me contase aquellas historias que cuando yo era más joven la distancia nos hurtó.
 

Sucedió en su último verano. Paseando por en entorno de La Cañada, -paraje que os invito a disfrutar en cualquier época del año, pero en particular en otoño-, ella me indicó el lugar (la Rubia Grande) donde instaló su choza una de las tres familias que vinieron a Boós, allá por el año 1948, a carbonear leña de roble y carrasca.

Estas chozas (otra en la Hoya del Pozuelo, y una tercera de la cual desconozco su ubicación), las construían con enebros pingados que luego cubrían con ramas y algo de tierra. En ellas vivieron durante el año que aproximadamente duró la campaña.

Los jóvenes de Boós que por aquel entonces iban pastores por aquella zona tuvieron ocasión de jugar con los niños de estas familias, que también ayudaban a sus padres a acarrear la leña. Cuentan que había una chica que era muy guapa.

Las carboneras las hacían en distintos lugares del monte y hasta ellas acarreaban la leña que iban cortando para luego apilarla formando un cono de más de 3 metros de diámetro y 2 o 3 de alto, en torno a un eje que posteriormente ser retiraba y dejaba un agujero que servía de chimenea y a través del cual se introducían las ascuas para encender la carbonera.

Para la correcta combustión de la leña (lenta e incompleta) era necesario cubrir estos conos con tierra, sin dejar ningún hueco por el que entrase oxígeno y provocase el incendio de la carbonera. La chimenea, una vez encendida la carbonera se tapaba y era necesario esperar un par de semanas mientras se carbonizaba la leña y otras tantas para que se enfríase y así proceder a separar la tierra y recoger el carbón.

Carboneros de Boós (años treinta)

Hace unos meses, recopilando esta información en casa de un familiar, me encontré con la grata sorpresa de que a pesar de que él no conocía a fondo el tema, esa misma tarde venía a su casa Sara, quien precisamente, cuando todavía era niña, había ayudado a su padre –Daniel, el herrero de Boós-, a obtener el necesario carbón que alimentaba el fuego en la fragua.

Sara mostró muy buena disposición para contarme como elaboraban el carbón a partir de piñas y leña de brezo, que era mas dura. Emocionada me fue describiendo cada detalle del proceso con la intensidad y apasionamiento que sólo pueden transmitir quienes lo han vivido tan de cerca. Lo mas hermoso fue escucharlo de su propia boca y ver la expresión de su cara, pero ante mi insistencia lo puso sobre papel (incluyendo unos dibujos de las distintas fases del proceso) y a continuación os lo relato.


En un espacio de 30 o 40 metros y sin árboles se hacía un hoyo de unos 10 metros de diámetro, con una profundidad de unos 60 centímetros. La tierra que se sacaba se dejaba alrededor para cubrir después la carbonera.

Se recogían las piñas y la leña y se llevaban al pozo. Para ayudar en esta tarea se contrataba a mujeres a las que se les pagaba el mismo precio/hora que la empresa que explotaba la finca de Suarez en Quintanas de Gormaz pagaba a sus obreras.

Con el fin de sujetar la leña a medida que subía el montón, el hoyo se iba rodeando con céspedes. Cuando ya estaba preparado un gran montón se hacía en el centro un agujero desde arriba hasta el suelo. Se encendía el fuego en el fondo con leña menuda, y según se iba quemando, se seguía cubriendo alrededor con céspedes con la cara de la hierba hacia adentro y la tierra hacia afuera. Cuando ya no salía humo por arriba significaba que ya estaba quemada la leña y se terminaba de tapar con los céspedes y se cubría, por encima, con una capa de unos 30 centímetros de tierra.

Quince o veinte días después la carbonera estaba apagada. Se descubría, se cribaba el carbón y se acarreaba en sacos. De cada carbonera se sacaban unos 10 sacos de carbón. Éste se hacía para la fragua del pueblo.

Me llamó mucho la atención el énfasis con el que Sara aclaraba que todo el pueblo, incluidos los chavales, a pesar de las travesuras propias de su edad, respetaba las carboneras mientras se estaban quemando. Todos sabían que si se pinchaban las carboneras, entraría aire y el proceso se interrumpiría, convirtiendo la leña en ceniza en lugar de carbón. En el fondo, creo que era un gesto de agradecimiento de Sara hacía todos ellos. Gracia a ti, Sara.

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.-Documento escaneado de la carta de Sara de como se obtenia carbón en Boos.